La recuperación y análisis de restos materiales dejados por las actividades humanas a lo largo de la historia permite a la arqueología construir hipótesis sobre sistemas sociopolíticos, de subsistencia, visiones de mundo y otros tópicos culturales. Básico es, por ejemplo, acercarnos al quehacer cotidiano de las personas que ocuparon los espacios estudiados, siendo la basura doméstica una fuente inmejorable de información acerca de su vida diaria.
Las excavaciones arqueológicas en el castillo de Niebla han permitido acceder a estos datos mediante la recolección de fragmentos cerámicos, de loza, vidrio, restos óseos de animales, conchas de mariscos y restos vegetales, los cuales dan testimonio del fenómeno alimentario en el lugar. Así, este castillo, que cumplió una obvia función bélica, albergó también labores que hicieron de este espacio un lugar habitable.