Redes comerciales, vida cotidiana y sociedad a través de la loza y porcelana
"Los artefactos de loza y porcelana como indicadores socio-culturales y económicos en la ciudad de Valdivia, Chile" es la tesis de grado de Christian Rodriguez Valdivia, estudiante de arqueología de la Universidad de Tarapacá, dentro del Proyecto Fondecyt 1171735, que tiene por objetivo analizar los cambios culturales domésticos de la sociedad valdiviana durante el período Republicano chileno (1820-1860), mediante el uso de artefactos importados de loza y porcelana.
Para ello, se están revisando las colecciones de lozas de los sitios Pro-rectoría (Uach), Sitio de Contraloría y del Castillo de Niebla, estas últimas resguardadas en el Depósito Arqueológico del Museo de Sitio Castillo de Niebla.
Dentro de los objetivos de la investigación está la identificación de diseños cerámicos presentes en estos objetos (Transferware, Moulded, Decal, Anularware, Bandedware, Spongeware, Flowblue) y la identificación de sellos de marca en los artefactos domésticos de loza y porcelana, que permitirá tener información referente al país de exportación de este producto y su empresa en cuestión, referenciando las redes de comercio de Valdivia con las diversas potencias europeas de la época. Finalmente, dará un tiempo cronológico más acotado mediante el logotipo de la empresa.
El hábito de tomar el té se transformó en un fenómeno transcultural en el siglo XIX, y los británicos fueron el símbolo representativo a la hora de referirse a la exportación de la materialidad para el consumo de esta bebida, al igual que las conductas asociadas al consumo de la misma. Las sociedades de las islas británicas adoptaron su uso en sus excursiones a las colonias de India y parte de China.
La hora del té era el espacio donde la mujer ganaba el protagonismo principal, podía mostrar sus gustos a través del vestuario y los diseños de los inmuebles. Era el lugar en donde la mujer tenía el eje central de las conversaciones y comportamientos morales durante el siglo XIX y principios del XX.
El té, al igual que los artefactos de loza y porcelana, permitirán la creación de redes de intercambio transcontinentales con las nacientes republicas americanas.
Rodríguez es guíado por Juan Chacama y su profesor tutor es Simón Urbina, lo que permite la presencia de un arqueólogo profesional consultando e investigando permanentemente las colecciones del museo.