Parten las antiguas vecinas, dejando un legado que persiste en los recuerdos y en las historias que les sobreviven. Profundo pesar se vivió en Niebla con el fallecimiento de la Señorita Olga Díaz, sus funerales fueron el 3 de diciembre, sus restos fueron velados en la iglesia de la localidad de Niebla, de San Antonio y sus restos descanzan junto a su hermana Isabel Díaz, que falleció hace ya varios años, en el cementerio de La Miramar.

Esta antigua familia de Niebla, fue fundada por Pedro Díaz y Carmen Chávez, ambos provenientes de la Isla del Rey y dedicados a la pesca artesanal. Su antigua casa, destruída completamente por el maremoto de 1960, estaba ubicada en la Avenida Pastene, que desapareció despues del sismo. Construyeron su nuevo hogar muy cerca de ese mismo lugar, por calle Cochrane. Parte de los terrenos que les fueron cedidos, junto a la Pesquera, eran originalmente de propiedad de Godofredo Oettinger, ahí tenía su almacén la señorita Olga (junto al famoso "Cuartito Azul").

El matrimonio Díaz-Chávez tuvieron varios hijos e hijas: Luis Díaz, el mayor; Isabel Díaz, la tía Chela, casada con Nemorosio Peña y quien tuvo una de las pensiones más conocidas del poblado; Herminia Díaz, la tía Mina, que tiene actualmente 95 años y que tenía un restorante; Estilita o Tita, que formó familia con Luis Mella; Elda casada con un señor Flores; Pedro Segundo "Chuno", Olga; Carlos, casado con Luisa Toledo y Ana, actualmente de 86 años.

La familia Díaz tuvo el primer recorrido de microbuses hacia la costa, cuando la locomoción hacia Valdivia era lenta y escasa. Desde la bajada hacia Playa Grande, antes de llegar a la actual Muestra Costumbrista, sonaba la bocina a las 7 de la mañana, alertando a los estudiantes a salir corriendo a tomar la micro, para no quedarse fuera de clases.

Agradecemos a Claudia Olmos Muñoz (70 años), del Sindicato de Artesanos del museo de Niebla, vecina y sobrina política, por la fotografía de la señorita Olga Díaz y por ayudarnos a ordenar esta información.

Muchos son los vecinos antiguos de Niebla que han fallecido, como no recordar al querido Juan Saavedra y su histórico restaurante, a Luis Cárdenas, de Playa Grande, así como a Gabriel "Pollollo" Mella, a Carlos Alvarez que tenía negocio a la entrada de Niebla o a Ruth Aguila, que trabajaba en la cocina del internado, entre tantos otros. Nombres de mujeres y hombres de trabajo que dieron forma a lo que es Niebla actualmente, permanecen en su legado y sus descendientes.