Liberar el acceso a los museos de la Dibam ha representado un incentivo importante para muchos grupos sociales que antes veían limitado el ingreso al Monumento. Actualmente, grandes grupos familiares se "repiten el plato", disfrutando de la historia, el paisaje o las actividades organizadas por el Museo.

Si bien es cierto que la gratuidad en años anteriores alcanzaba un 75%, se hace evidente el marcado interés de la población por conocer su patrimonio, perfilando el turismo de intereses específicos como una línea de desarrollo regional, coherente a una mirada respetuosa y reflexiva con el entorno, con enorme potencial identitario, capaz de generar puestos de trabajo interesantes, ligados a las prácticas y saberes culturales. El aumento del número de visitantes puede deberse a la gratuidad, pero asimismo refleja la creciente atracción que genera el patrimonio en una población amante de su historia, curiosa de información seria, vertida en lenguaje didáctico.

Se agradece a los 47.086 visitantes que este mes de enero recorrieron la historia de los Castillos del Fin del Mundo.