Litoral Valdiviano 1880 - 1930
A partir del desarrollo de la fotografía la construcción de la memoria, ese pegado o bricolaje interno, suma a la oralidad el registro visual como fuente etnográfica. Es el fotógrafo quien registra, identifica y fija, un siglo después, la ruta del paisaje. La fotografía en blanco y negro, una obra semi-artesanal, construida sobre la incertidumbre de la luz y la sombra jugueteando en un instante en esa contención del respirar del fotógrafo, el impertinente testigo, que plasma los cambios geográficos y culturales de un territorio clave geopolíticamente.
La invitación de la artista Mariana Matthews, curadora de esta muestra, es a mirar este paisaje con el lente del tiempo puesto, es el fotógrafo quien captura durante capas de espesor histórico la fugaz belleza del litoral y la identidad de sus gentes. Ahí están las mismas piedras donde jugábamos de niños, la misma vista hacia la playa, que cansados de subir la cuesta coronaba el esfuerzo de décadas de sentir la arena como propia.
El litoral de los mágicos Ainil, ejerce ese imán que aún hoy vivimos, nos reconocemos en la toma, oteamos el mismo horizonte, pero en nuestro catalejo del tiempo las ropas y los barcos ya no son los mismos, empujados por los vientos de la historia, se hacen tangibles en el latir del obturador de una colección que agrupa a los mejores fotógrafos del Sur de Chile.